En las familias numerosas la conservación del jamón no suelen ser nunca un problema, ya que lo normal es que se acabe en poco tiempo. Sin embargo, si en tu casa no vive mucha gente, una pata de jamón puede durar semanas. Y este es uno de los motivos principales por el cuál mucha gente no se atreve a comprarlo, ya que si no lo conservamos de manera correcta va a secarse progresivamente y a perder sus cualidades de aroma y sabor.
Conservación del Jamón después de cortar
Una vez que el jamón se empieza y pierde su capa exterior, es decir, su piel protectora, se produce un efecto de oxidación que va a ir empeorando sus características. Este proceso se produce por tres factores: el contacto con el aire, el calor y la exposición a la luz del sol. El envasado al vacío previene el primer caso, pero en los otros dos tenemos que encontrar alternativas para que no pierda sus propiedades con el paso del tiempo
En la despensa
Lo que queremos es evitar que nuestra pieza de jamón ibérico se seque o se oxide entre corte y corte y para ello debemos guardarla en una despensa que tenga un ambiente fresco y que impida el paso de la luz solar. También debemos impedir que le llegue el calor producido por algunos electrodomésticos, como la lavadora.
La temperatura
Si tenemos alguna manera de medir la temperatura en nuestra casa, debemos saber que la ideal para conservar el jamón es aquella que se encuentra aproximadamente entre los 20 y los 22 grados.
Cubriendo el jamón
Pero mantener nuestro jamón a buen recaudo en la despensa no va a ser suficiente. Un buen truco consiste en guardar un par de grandes tiras de tocino y cubrir la pieza después de cada corte. Con esto no sólo evitamos que se seque, sino que al usar como recubrimiento partes del propio jamón vamos a conseguir que su sabor y aroma no varíe. Para mayor seguridad, una vez que hemos tapado la pieza con el tocino podemos envolverla con una gasa de algodón, lo que hará que no se deshidrate.
Es muy aconsejable que cada vez que termines de cortar el jamón y antes de cubrirlo, frotes con el mismo tocino todas las partes descubiertas, ya que así evitarás que se seque y se oxide en poco tiempo, conservando intactas sus cualidades. Recuerda, el calor, la luz del sol y la humedad son los principales problemas que vamos a encontrar a la hora de conservar nuestro jamón ibérico.
Envasado al vacío
Como hemos comentado antes, envasar al vacío evita que el jamón se oxide por su contacto con el aire, por lo que si disponemos en nuestro hogar de algún sistema que nos permita hacer esto no debemos dudar en usarlo, ya que nos va a ayudar a preservar sus características. Sin embargo, los problemas de luz y altas temperaturas siguen vigentes, por lo que será necesario guardarlo en un lugar fresco y sin luz, siendo perfectos los frigoríficos que no estén regulados a temperaturas demasiado bajas.