Para elegir el queso que más se adapte a nuestro paladar es necesario conocerlo en profundidad y eso solo es posible a través de la degustación, proceso donde podremos apreciar las diferentes características de cada uno.

Los quesos con Denominación de Origen Idiazabal han sido controlados desde el comienzo de su elaboración con gran cuidado y esmero. Por lo tanto, la calidad aquí no es un factor determinante a la hora de elegir la variedad, debiéndonos guiar tan solo por la personalidad de su sabor, aroma y demás cualidades.

Consejos para la cata

Es indispensable que en el momento de la degustación tengamos la mente centrada en lo que hacemos, para evitar que nuestra capacidad sensorial se vea afectada por la falta de concentración. Además, se debe evitar fumar, tomar alcohol o usar perfumes durante la cata. Tampoco es muy aconsejable acudir a ella pocas horas después de haber realizado una comida copiosa o con el estómago vacío.

Y aunque no lo habíamos mencionado antes, es muy divertido hacer este tipo de cosas en compañía, ya que compartes con los demás tus puntos de vista y descubres detalles que se te habían pasado por alto. Por lo tanto, coge lápiz y papel y prepárate para disfrutar de este evento.

Comenzando la degustación

Características externas

Las catas formales normalmente comienzan con la presentación de media pieza de queso. Si se da este caso, debemos cogerlo con las manos  y observar detenidamente su forma y color, así como el de la corteza.

Aroma

Una vez que hemos examinado sus características externas, se extrae una cuña desprovista de corteza, de la que debemos cortar un fino triángulo. Justo en el momento en que el cuchillo corta el queso debemos acercarnos para percibir con claridad su aroma.

Textura

Ahora tenemos que evaluar la textura a partir del triángulo que hemos cortado. Primero se realiza una prueba de elasticidad con la mano y finalmente la comprobamos directamente en nuestra boca. No debemos elegir el lado más cercano a la corteza, ya que su sabor puede ser distinto al del resto.

Sabor

Ahora que el queso ha inundado nuestro paladar y estamos valorando la textura, entramos de lleno en el elemento más importante: el sabor. Tenemos que salivar bien para percibir el mayor número de sensaciones gustativas posibles y la intensidad de las mismas.

Regusto

Una vez que hemos valorado el sabor del queso y lo hemos apuntado en una ficha junto al resto de características, llega el momento de darle nota al regusto. En este paso, tragamos el trozo de queso y comprobamos si el gusto final tiene el mismo sabor e intensidad. También debemos anotar el tiempo que tarda en desaparecer.

A por el siguiente

Antes de degustar un segundo queso, debemos eliminar los restos de sabor que queden en nuestra boca. Para ello, podemos beber agua o comer un trozo de pan o galleta salada. En ningún caso se deben tomar refrescos o bebidas alcohólicas y como mencionamos anteriormente, es muy importante que nadie fume.